martes, 20 de abril de 2010

VULCANO MALEDETTO!


Imaginemos por un momento que en el seno de una familia gallega, catalana, vasca...por poner ejemplos cercanos, nace una hija andaluza.
Desde pequeña se siente incapaz, no ya de aprender, sino de articular los sonidos de la lengua familiar (gallego, catalán, vasco...) hasta el punto de que sus atribulados padres deciden ponerle un profesor particular. La niña dedica varias horas al día a repetir como un loro las frases grabadas en un magnetofón y lo hace con dedicación y esmero, deseosa de mitigar el disgusto de sus progenitores. Pero todo resulta inútil. La fonética seseante del andaluz se afianza día a día en su garganta.
Además de eso, siente una aversión visceral, cercana al vómito, hacia la empanada, la butifarra o la chistorra, mientras que se relame de gusto con el gazpacho.
Desesperada, su familia, decide encomendarla a Santiago, la Moreneta o San ignacio de Loyola aunque la intervención divina no consigue obrar el milagro.
Estigmatizados por la vergüenza de tan horrenda alteración de la naturaleza, apartarán a la niña hacia el interior del país, recluyéndola en una palloza, una masía o un caserío, con la esperanza de que tal aislamiento mitigue su afición cada vez más creciente por las sevillanas.
En medio de tan irresoluble situación, los padres comienzan a considerar con terror la posibilidad de que su hija se halle bajo el influjo maléfico de algún hechizo.

Incantesimo napoletano/ Embrujo napolitano (2002), es el título de una película de Paolo Genovese y Luca Miniero en la que se narra la lucha de una familia napolitana por apartar de su lado la ignominia de tener una hija milanesa. Ligera, divertida y con un toque surrealista. Muy recomendable para aquellos que saben reírse de sí mismos.


PD: Este es un post nostálgico porque en estos momentos tendría que estar haciendo la maleta para ir a Nápoles a un congreso. Un volcán se interpuso en mi camino y no precisamente el Vesubio.

6 comentarios:

Ra dijo...

;D

Habel@s, hail@s.

David dijo...

No la he visto. Berlín, Nápoles. Congresos... Me empieza a dar apuro comentar en este blog.
Un saludo

Paco Becerro dijo...

Muy apetecible...

La escena del "clic" con esa pareja en la cocina, resulta muy familiar...

carrascus dijo...

Te ha castigado Dios por poner esos ejemplos tan pésimos... una hija andaluza, una hija andaluza... vamos, qué más quisieran esos pérfidos padres...!

Caruano dijo...

Pues yo creo, mira tú, que esas situaciones se dan. Y es que los niños hoy día están tan rebeldes...

Lula Fortune dijo...

RA: ya lo creo...mecagoentó!
Besos

DAVID: ¿por qué? si yo soy tan sensilla jajajajaja!
Un beso.

FB: a ver si la encuentras en castellano, es una peli de mearse de risa. Un besazo.

CARRASCUS: ¿pero tú has visto la peli? Si hubiera sido así, entenderías que quien queda peor parado en ella son los padres cerriles. Es una película antinacionalista...uy! que me van a caer hostias por
todas partes.
Besitos.

CARUANO: es que la juventud de ahora no es como la de antes...qué va...;)
Un beso.