lunes, 31 de mayo de 2010

¿QUÉ HACER?

¿Debo buscar un árbol? ¿Debo abandonar estas aulas y estas bibliotecas, y la ancha página amarilla en la que leo a Catulo, para ir en busca de los bosques y de los campos? ¿Debo caminar bajo los álamos, o recorrer la orilla del río en la que las copas de los árboles se unen como amantes en el agua? La naturaleza es demasiado vegetal e insulsa. Sólo tiene sublimidades, vastedades, agua y hojas. Comienzo a desear la luz de los leños en llamas, la intimidad, el cuerpo de otra persona.
Las olas. Viginia Woolf

2 comentarios:

LLG dijo...

El cuerpo de otra persona permite saborear la forma más pura de la soledad.
Un saludo.

Fernando García Pañeda dijo...

Yo me quedaría con todo al mismo tiempo. Si es posible.
Besos.