domingo, 20 de octubre de 2013

APUNTES SICILIANOS (Y 5)


No ha parado de llover en todo el día. Es una tarde de domingo de "esas" en que la vida parece suspendida de esta ventana gris. Da la impresión de que no ha existido nada antes, ni nada va a cambiar.  Repaso las fotos de Palermo una y otra vez para ver si me llega algo de aquella luz, si todavía persiste la confusión de sus calles, el desafío de un mundo demasiado complicado para ser comprendido. Paso la mirada de nuevo por los mercados caóticos, por las fachadas abandonadas, por las trattorie que huelen a pan. Me detengo en una esquina donde un hombre vende vísceras a los transeúntes, donde unas mujeres se abanican, donde puedo leer en los tendales tantas historias minúsculas. 













Ojalá sirviera de consuelo pensar que algo de todo aquello ha quedado apresado para siempre en estas imágenes.  Aunque mirando este cielo gris de mi Citroën sur Mer tal vez el verdadero consuelo sea creer que el viaje continua y que el tiempo es lo único que nos da la verdadera dimensión de la vida.

2 comentarios:

Marcos Callau dijo...

Seguro que la luz ha quedado prendida en tus fotografías Lula. Al menos, así la recibimos desde este lado de la pantalla. Me ha encantado todo este reportaje italiano que nos has regalado. Concretamente Sicilia, Palermo... son zonas que quiero visitar. Saludos desde esta Zaragoza que un tiempo también fue italiana...romana.

Francesc Cornadó dijo...

He seguido todos tus apuntes sicilianos con mucho interés. Magníficas imágenes y textos que evocan la decrepitud y monumentalidad de Sicilia, isla que considero el centro del mundo. La vitalidad de los sicilianos está impreganada en las fachadas de sus edificios y el clasicismo, a veces abarrocado, nos recuerda nuestros orígenes. El Mediterraneo, la única pátria que he podido entender.
Salud
Francesc Cornadó